viernes, 26 de febrero de 2021

LA OBRA PERFECTA

LA OBRA PERFECTA
POR: MARO

-He ahí mi obra perfecta –Dijo Dios (y creo a su obra y semejanza al hombre).
 El hombre es el reflejo de Dios. A veces bueno a veces malvado.
-Pero Dios no tiene la culpa -vociferas… -nos dio libre albedrio -gritas.
Sí, pero cuantos humanos alcanzan la iluminación de este libre albedrio.
 La inmensa mayoría camina en la caverna de Platón. Es más cómodo estar en tinieblas.
Que sufra el que quiera conocimiento. Por eso casi nadie lo quiere.
Es más fácil echarle la culpa al Diablo y a Dios… pero el Diablo somos nosotros mismos.
Algunos no lo controlan y matan… y roban… y se corrompen.
Luego se arrepienten y Dios los perdona (a través de sus sacerdotes) y creen que van ir al cielo.
Camina… no corras porque si corres te mueres más rápido. Pero si no corres tu agonía es más lenta.
Si… es más fácil oír un sermón, pero entra por el oído izquierdo y sale por el derecho.
 Qué bonita misa… que bonito habló el padrecito… que bonito carro del año tiene el padrecito.
Es que está más cerca de Dios y pues tiene derecho… verdad de Dios que sí.
Pero tiene una mansión… y qué su trabajo le cuesta apendejar al pueblo… no es fácil.
 Naciste… caminaste… comiste… te enviciaste…te estupidizaste…te moriste. El ciclo perfecto de tu vida.
 Y yaces ahí “acostadote” sin que jamás ya hagas nada. Total, qué más da… si siempre tu madre te decía -ya estas grande.
-Sal a trabajar… ya ponte hacer algo… levántate “güevón”.
 Ahora por más que te grite tu madre nunca te levantarás.
-Polvo eres y en polvo te convertirás -Dice el padrecito todo desvelado y malhumorado a las tres de la mañana. Total, los mil pesos hicieron el milagro que se levantara y te echara agua puerca de la llave. Amén.
 Cada paso que diste te acercó más a tu tumba. Algunos te apresuraron y cuando viste ya estás ahí en el hoyo.
Y el topo ya está rasgando tu féretro… trabaja con ahincó. Lo primero que te comerá serán tus ojos.
Total, nunca te sirvieron para ver la luz. Siempre caminaste a tientas. Temeroso…echándole la culpa al sistema y a Dios.
He ahí mi obra perfecta. - Dice Dios… lleno de gusanos.