martes, 30 de junio de 2020

Crimen y Castigo


Libro “CRIMEN Y CASTIGO”

Comentarios sobre el personaje Rodion Románovich Raskólnikov

Por: MARO

En el libro “Crimen y Castigo” de Fedor Dostoievski, el autor plantea la idea, de hacer el
bien a través de hacer el mal. Es decir que pasaría… si sabemos que una mala persona,
que le hace daño a cien, la matamos y por ende salvamos a cien y las hacemos felices,
matando a una sola persona. Ya que si la dejamos viva seguirá haciendo el mal a cien
personas.

Fedor Dostoievski, a través de Rodion Románovich Raskólnikov, decide robar para pagar
sus deudas. Planea entonces robar a una mala persona, en este caso una anciana
usurera y por ende matarla. En su moral, se justificaba hacer el bien a muchas personas,
presas de una anciana avara. Matando a la avara, liberaría a personas que le debían y así
dejarían de sufrir su miseria. En su razón, sin razón, se justificaba de su irracionalidad de
cometer un asesinato, creyéndose héroe salvador de muchas vidas.

Raskólnikov es un mal estudiante, un vago. Un clásico nini de hoy. Lleno de deudas, ve
la miseria de su madre y hermana.
“Matar a la usurera y liberarla de la humanidad”, por lo que se decide a matarla y al
hacerlo, es descubierto por la hermana de la anciana… así que ni modo…mata a la
hermana. Pero en el fondo Raskolnikov, sabe que este no es el objetivo, sabe en el fondo
de su subconsciente que es otro el motivo de asesinarla. Y el motivo es ser parte de una
especie humana justiciera y no ser parte de la masa, que nació para ser peones u
hormigas.

El fin justifica el asesinato, como lo hacen los dictadores, en aras de supuestas
protecciones al pueblo, se han cometido crueles, millones de asesinatos ¿O no Iglesia
católica? ¡O no dictadores socialistas? ¿O no Estados Unidos? ¿o no capitalismo?

“Ser extraordinario”, se planeaba Raskólnikov, generar un impacto en lo social, liberar a
varias personas y sacrificar a una. Ser un Mahoma o un Napoleón soñaba Raskólnikov.

El hombre extraordinario tiene derecho…decía Raskólnikov, porque se lo da, el mero
hecho de ser diferente a los demás.
Y Raskólnikov se creía extraordinario, se creía con derecho a dirigir a la humanidad.

Hay hombres que nacieron para ser hormigas decía Nietzsche y otras nacieron para
mandar a las hormigas. En esta orden de ideas Raskólnikov, veía pasar las horas
imaginándose el crimen y su liberación.
Si se atraviesa un obstáculo hay que liberarse del obstáculo y si es necesario matar, para
el bien común, es necesario hacerlo, se repetía una y otra vez.

Es como el supuesto hacer el bien en nombre de Alá… si debo matar, no importa ser una
bomba humana. Si debo matar a Palestinos…debo matarlos… se justifican los judíos.
Matar a Sirios… o no Rusos y Gringos.
Raskólnikov se planteaba hipotéticamente, si Newton fuera impedido por hacer el bien
con sus descubrimientos, debe matar a aquellos que se lo impidiesen. Es la justificación
de la Santa Inquisición. Son los ideales de Hitler, matar por hacer un bien a sus
doctrinas…a sus pueblos.
Quizá un poco diferente la idea de la “Paradoja del Salvador”.

Que harías si…Estas en el caso de salvar a la humanidad o matarte tú y tu familia ¡A
quien salvarías!
¿Te salvarías y salvarías a tu familia? Y Moriría la humanidad (Aunque sea un pequeño
grupo que queda).
¿Te matarías y matarías a tu familia? Y se salvaría la humanidad.
¿Serias como Cristo? ¿Te dejarías matar?
¿O Serias como las bombas nucleares?
Raskolnikov a a pesar de haber cometido dos crueles asesinatos, vive el tormento de sus
acciones, vive las consecuencias. “Donde unos ven responsabilidades yo veo
consecuencias” dice el Merovingio en un dialogo de la película Matrix… Las
consecuencias.

La trama de “Crimen y Castigo gira en torno a las consecuencias de los dos crímenes.
Poco a poco, el lector se va dejando seducir, por el personaje principal Rodion
Románovich Raskólnikov. Y acaba siendo seducido por sus argumentos y dándole la
compasión. No es que se justifique sus crímenes, si no… acaba uno compadeciéndolo.

Como se perdono al personaje interpretado por Robert de Niro, cuando mato a su hermano y luego se convirtió en
misionero, en la película “El Misionero” (1986). Y uno acaba llorando y perdonándolo.

“Crimen y Castigo”, novela clásica inmortal que uno debe leerla. Si se cree uno un buen
lector.

¿Qué harías si te encontraras a un asesino serial en la iglesia?  ¿En el
supermercado? Sabiendo que mato a ocho mujeres de la forma más cruel, pero ya pago
por sus crímenes, cumpliendo una condena. ¿Le darías la mano cuando el sacerdote diga
“Daos la paz”. ¿O lo saludarías en la calle y le darías la mano, o si eres mujer le darías un
beso de saludo?